Noche, en mallas y con la pose del hombre vitrubiano, se mira en el espejo psiqué.
—
Profesor, por fuera somos
simétricos.
—
Unos más que otros pero sí.
—
Pero por dentro no los somos.
—
No.
—
¿Por qué?
—
Al marketing no le importan las interioridades.
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