El Profesor está en el sofá, leyendo.
Noche, de pie en medio el salón, hace levitar con sus manos una pelota azul.
Entonces dice
—
Profesor, dime algo
maravilloso.
—
No sé.
—
Qué tontería: sabes diez mil
cosas maravillosas.
—
Quizá, pero no sé, de eso que
sé, qué os puede resultar maravilloso a los demás. De hecho, tengo la sensación
de que lo que yo sé lo sabe todo el mundo.
—
Pero, ¿qué bobadas dices?
—
Que el universo se divide en
las tonterías que conozco y los misterios cósmicos que ignoro.
—
Qué triste.
—
En absoluto: los misterios
cósmicos le dan sentido a cada amanecer.
Con un gesto, Noche manda lejos la pelota azul. Se acurruca en el sofá al lado del Profesor y pregunta
— ¿Falta mucho para el amanecer?
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