Noche viste en plan marine: ropa de
camuflaje selvático, botas militares, cartucheras. Lleva el pelo recogido y la
cara tiznada. Dice
—
No hemos pasado una guerra.
—
No.
—
Ni pasado hambre.
—
No más de unas horas.
—
Y de pronto, todo colapsa.
—
La vida, que es frágil.
—
Pero, el apocalipsis, ¿no iba
a ser una aventura?
—
Eso pensábamos.
—
¿Entonces?
—
Lo maravilloso no existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario