jueves, 19 de marzo de 2020

Despertar

Noche viste un pijama de algodón blanco y holgado que la hace parecer un pierrot. Tiene un gesto mohíno. Entonces va y dice

    Esta mañana, al despertar, algo se ha demorado por ahí más de la cuenta porque no me acordaba de nada, ni siquiera de mí misma. Es difícil de explicar porque no había información, solo vacío, yo era tan solo un vacío que veía y oía sin mirar ni escuchar.
    Tu conciencia seguía dormida.
    Sí, algo así era. Ha sido raro, pero no me he asustado. De hecho me he sentido muy bien, en paz.
    Sin recuerdos, sin ruidos…
    Sí… Ha sido solo un instante, pero he sentido que el tiempo no se movía.
    Eso es la eternidad, la ausencia de tiempo.
    Por fin he vuelto al mundo, paso a paso: he reconocido mi habitación, he tomado conciencia de mí, me he acordado de ti, de este salón…
    Gracias.
    … y me he puesto muy contenta, porque me ha gustado ser yo, y conocerte a ti, pero luego…
    ¿Luego?
    Luego ha venido todo lo demás, el mundo ha inundado mis pensamientos, he recordado lo que pasa, cómo estamos, y me ha invadido una congoja tremenda.
    ¿Por qué? Ayer estabas bien…
    Sí, pero descubrir mi realidad desde fuera ha sido terrorífico. ¿Cómo puedes?, me he dicho.
    No hay nada más terrorífico.
    La realidad.
    Sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario