B, sentado en el sillón de orejas y con una
mascarilla sobre la boca, parece, curiosamente, un pájaro frailecillo. Noche,
en el centro del salón, parece palpar con sus manos un cilindro transparente
que la rodease. El Profesor, sentado en la mesa de dibujo, no parece nada en
particular y dice
—
¿Qué pasará después?
—
¿Después?
—
Cuando esto pase.
—
Profesor, ¿has pensado en la
posibilidad de que no pase?
—
Dicen que es cuestión de
semanas.
—
La crisis es posible, pero
las secuelas…
—
¿Qué secuelas?
—
¿Nos volveremos a abrazar?
—
Pues claro.
—
¿Cuándo?
—
Cuando nos digan que podemos…
—
…
—
Ya.
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