viernes, 18 de septiembre de 2020

Gesto dramático

B parece escuchar con atención, aunque no sabemos qué. Noche, con gesto crispado, lee las noticias en una tableta. De pronto, dice

    ¿No has soñado nunca con hacer un gesto dramático, uno que acojone al mundo?
    Una vez sinteticé en una palabra la complejidad del cosmos.
    Sí, eso está muy bien, pero me refiero a algo más físico, más agresivo, tipo puñetazo en la mesa.
    Entiendo. Otra vez leí de alguien que quería “ver destruido el orden de este mundo” y pensé que yo también.
    Sí, pero no. Quiero decir un gesto que sea realmente destructivo, irreversible.
    Soy hombre de palabras. Las navajas son para mí de la misma sustancia que unicornios y sueños.
    Las palabras pueden doler como cuchilladas.
    Pero tienen que ir cargadas de odio.
    ¿Nunca has odiado lo suficiente?
    Digamos que nunca he odiado nada que me interesase lo suficiente como para gastar tiempo en la lucha.

Noche cierra la tableta y la deja sobre el sofá. Algo no le cuadra. Durante unos segundos emite un ronquido sordo y continuado. Por fin dice

    Y el veneno que se queda dentro, ¿qué haces con él?
    Mastico hojas de sardonia.

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