martes, 2 de noviembre de 2021

Hojarasca

Noche está sentada en el suelo con las piernas cruzadas debajo de la mesa baja y los brazos apoyados encima. Toca con los dedos el disco de cristal y mira sobre él la fantasmal imagen de un gato que, hecho un ovillo, parece dormir. El Profesor se acerca y dice 

    Te ha gustado, ¿eh? Te pasas el día jugando con el amplificador.

Noche le mira un instante con cara de pocos amigos, vuelve al cristal y contesta

    No consigo imágenes como las tuyas.
    Ya te dije que es una cuestión de práctica. Pero ese gato se ve perfecto… Hasta parece que se le oye ronronear.
    No me refería a la nitidez. Me refiero a la historia. Por favor, un gato durmiendo, es patético.
    Intenta otra cosa.
    Lo he hecho, pero en cuanto complico el relato salen las chispitas y adiós imagen.
    No lo compliques.
    Pero tu sueño…
    Si lo piensas, es una simpleza: una playa, alguien que mira, unas pisadas.
    Pero está lleno de sugerencias.
    Si la realidad se limpia de hojarasca se vuelve significativa.

Noche deja de tocar el disco y el gato se desvanece. Piensa un poco, mira al Profesor y dice

    Es que a mí me gusta la hojarasca.


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