viernes, 29 de julio de 2022

Negacionistas

El Profesor lee El vellocino de oro, de Graves. Noche ve un incendio tras otro en la televisión. Va y dice

    De verdad que no entiendo a los negacionistas. ¿Cómo se puede ser tan irracional?
    Porque la razón atenta contra la libertad.
    ¿Qué tontería es esa?
    Te voy a contar una historia. Estamos en la Grecia mítica. Esculapio ha montado una escuela de medicina. Pronto los sacerdotes de Hades, dios del inframundo, se quejan de que esa escuela, al enseñar cómo curar enfermedades, disminuye el número de muertos y por tanto su clientela. Esculapio se defiende diciendo que, al salvar niños, estos tendrán a su vez hijos y que, como tarde o temprano todos acabaran muertos, con ello su escuela no hace más que aumentar los futuros súbditos del dios infernal.
    Bien argumentado. Bien por Esculapio.
    Quizá demasiado bien. Y es que el argumento es tan bueno que le molesta al mismísimo Zeus, porque, (atención, aquí viene lo bueno), al ser incontrovertible, solo se puede responder con violencia.
    Wow!
    Sí.
    ¿Entonces?
    No hay solución. Siempre habrá gente que, si se siente acorralada por las palabras, si ve que los argumentos contradicen su forma de ver el mundo, se defenderá a golpes.
    Casi es mejor no tener razón.
    A veces es más saludable, sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario