B. juega con el amplificador de sueños. Sobre el disco se ven gases de colores que se entremezclan dinámicamente formando nubes, remolinos, jirones y desgarros.
De pronto, todo el gas se concentra en una
esfera perfecta de color azul cobalto que flota en un espacio perfectamente
transparente. Cinco segundos después la esfera parece derretirse. Su materia
sublima para constituir un nuevo caos nebuloso.
Noche y el Profesor asisten silenciosos al
espectáculo. De pronto B. retira los dedos del disco y dice
—
El orden solo cabe como una
de las infinitas formas del caos.
—
¿?
—
Cualquier alternativa al caos
contiene contradicciones.
—
¿Y en el caos no cabe la
contradicción? —pregunta Noche.
—
Sí, claro que sí, pero allí
no importa.
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