El Profesor trae de la cocina unos ahumados y algo de pan. Noche juega distraída con el hielo picado.
—
Noche, vivimos en lados
distintos del tiempo. Entiendo tu interés por las experiencias, pero para mí todo
ocurre respecto del telón de fondo de los recuerdos, capas y capas de recuerdos,
capas y capas de comparaciones odiosas. No es que tenga miedo de que las cosas
no se repitan, es que sé que no se van a repetir.
—
Te has rendido.
—
No del todo, pero un poco sí.
—
Entonces, ¿qué hago yo aquí?
—
¿Evitar que me rinda del todo?
Noche se levanta, se va
hasta la ventana de la cuarta pared y nos mira.
—
¿Mi deseo tampoco
se va a cumplir hoy?
—
No.
—
Pues vaya mierda de lámpara.
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