lunes, 17 de diciembre de 2018

Patria

El Profesor está sentado en el sillón de orejas: sujeta con sus manos el libro A Little History of the World, de Gombrich, aunque en realidad no lo lee, sino que contempla a Noche, que viste un traje rojo de faralaes y ensaya en medio del salón algunos pasos flamencos. De pronto, se para y dice

    El otro día, en la academia de baile, me preguntaron si era española. Contesté sin pensar que sí, pero después se me quedó la pregunta ahí, dando vueltas en mi cabeza. Soy española, pero, ¿qué significa eso?
    Es un hecho administrativo. Lo pone en el Documento Nacional de Identidad.
    Pero significa algo más.
    Si hablamos de sentimientos, tienen que ver con aquello que nos resulta cómodo. A muchos les gusta defender la tradición como un valor en sí misma, pero en realidad la mayoría, al manifestar su patriotismo, lo que hace es ensalzar y defender su zona de confort.

Noche se pone en jarras frente al Profesor, de un golpe de pierna manda la cola de su vestido hacia atrás y, con actitud desafiante, dice

    ¿Te gusta el flamenco?
    No.
    ¿Los toros?
    No.
    ¿La Semana Santa?
    No.
    ¿La siesta?
    No.
    ¿La caza?
    No.
    Ay, Profesor, a mí tampoco: como nos descuidemos, un día nos quitan la nacionalidad.
    No me extrañaría: los patrioteros siempre andan ansiosos por demostrar violentamente su imbecilidad.
    Sin embargo, es verdad que tengo una zona de confort. Me encanta viajar, me encanta el mundo, pero solo cuando vamos por esos pueblos de Castilla y recorremos los páramos, los barrancos, las motas, las serranías, solo entonces me siento como en casa.
    La patria como paisaje. Es bonito.
    ¿Y tú? ¿Tienes patria? Y no me digas que son los libros, que eso ya está cogido.
    No es mala salida, pero no lo siento así. Amo algunos libros, no todos los libros. Algunas músicas, no todas las músicas. Supongo que tengo problemas para ser incondicional. 
    Algo habrá que te despierte un amor incondicional.
    Tú.
    Profesor, con mentiras como esa, ¿cómo no te voy a querer?




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