Noche, mochila al hombro y de espaldas al
pasillo, mira al Profesor y dice
—
Me voy.
—
Yo me iré algo más tarde.
—
¿Con Lorenzo?
—
Sí.
Noche, mochila al hombro, no se mueve. El Profesor dice
— Me hubiese gustado que pasásemos la noche juntos.
—
No aceptaste mi propuesta.
—
No creí que lo de follar
fuese imprescindible.
—
Esta noche sí.
Noche, mochila al hombro, no parece querer moverse. Dice
— ¿Qué vais a hacer?
—
Supongo que nos
emborracharemos, leeremos en voz alta escenas de El sueño de una noche de verano y recorreremos ebrios el bosque a la luz de la luna persiguiendo
fantasmas.
—
Como dos viejos faunos.
—
Supongo que sí. ¿Y tú?
—
No preguntes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario