miércoles, 9 de octubre de 2019

Falsos recuerdos

El Profesor escribe. Noche pinta una playa onírica. Dice

    La hija de Gala recordaba que de niña había tenido pesadillas en las que Buñuel estrangulaba a su madre. Un día, ya mayor, vio una fotografía en la que Buñuel simulaba estrangular a Gala con sus grandes manazas rodeando su cuello. Entonces supo que sus recuerdos eran reales, no pesadillas, que lo había visto, que había visto cómo Buñuel asfixiaba a su madre, aunque no había entendido la pantomima.
    Quizá sí, quizá Buñuel sí quisiese estrangular a Gala, aunque solo se atreviese a simularlo. Quizá la niña vio la verdad.
    Eh, eso es bueno.
    Luego se hizo mayor y la mirada convencional le hizo mandar aquel recuerdo al cajón de las pesadillas.
    Hasta que una fotografía colocó las cosas en su sitio.
    No del todo: nunca sabremos a ciencia cierta si Buñuel escenificó su deseo o tan solo jugaba.
    ¿Hay que elegir? —pregunta Noche—. Quizá todas las alternativas fuesen ciertas, quizá Buñuel le estaba diciendo: podría asfixiarte, pero no quiero hacerlo, o no puedo, aunque jugar sí que...
    Si tuviésemos muchas vidas podríamos hacerlo todo: jugar en una, amenazar en otra, asfixiar en una tercera…

Se quedan los dos callados, quizá pensando. Por fin concluye Noche

    Pero solo tenemos una.
    De ahí la melancolía.
    Sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario