Noche lleva puesta una máscara de Colombina
con antifaz dorado, brillantes alrededor de los ojos y preciosas plumas azules.
Se está mirando en un espejo de pie plantado en medio del salón. Dice
—
Todos construimos un relato
de nosotros mismos.
—
Es cómodo: los demás
necesitan saber de qué vamos —sentencia el Profesor.
—
Sí, pero acabamos creyéndonos
nuestro propio relato.
—
Es cómodo: así no hay que
pensar demasiado en cómo ser en cada momento: nos ajustamos al relato.
—
Sí, pero el relato puede
convertirse en una máscara.
—
Lo cual viene a ser como
llevar una máscara de tu propia cara.
—
Por eso hay tanto acartonado.
El Profesor ríe.
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