B sigue sentado en el sillón de orejas.
Noche y el Profesor, en el sofá. Le dice bajito el Profesor a Noche, casi
susurrando
—
Parece Borges.
—
No es Borges.
—
Obvio. Pero le imita.
—
Todos imitamos.
—
Pero no de un modo tan
evidente.
—
Sí, es verdad, pero porque
diversificamos los originales que remedamos…
—
O los disimulamos…
—
O los olvidamos...
Dicho esto quedan en silencio. Al rato, el
Profesor dice
—
¿Tú sabes a quién imito?
—
Te puedo dar algunos nombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario