Noche pinta en medio del salón. En la
pantalla extradiegética se ve el lienzo, que muestra la Tierra con sus mares y
continentes, pero con forma cúbica.
El Profesor, mirándonos por la ventana,
dice
— Cada vez me interesa menos el mundo.
— ¿Por qué?
— Lo siento ajeno.
— ¿Y antes no?
— No.
— Quizá te engañabas.
— Quizá no, seguro, pero ese engaño me hacía
interesarme por el mundo.
Noche y el Profesor
se quedan pensativos. Entonces B, que está sentado en el sillón de orejas, dice
— Nada me es ajeno, salvo el mundo.
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