Noche entra de la calle y se encuentra al Profesor en el sillón de
orejas. Le mira y le dice
—
Profesor, ¿ocurre algo?
—
No.
—
Vaya que no: tienes cara de estar más cabreado que
una mona.
—
¿Tanto se nota?
—
¿Por qué, Profesor? ¿Qué
ocurre?
El Profesor, se levanta, se acerca a la
ventana, nos mira, se toma su tiempo, y dice
—
No me acuerdo.
Noche reprime una carcajada, se acerca al
Profesor, le abraza por detrás y apoya la cabeza en su espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario