Noche entra de la calle, suelta un “hola”
duro y afilado, se planta en medio del salón y dice
—
¿Quieres una idea para un
relato?
El Profesor, que parece mirarnos a través
de la ventana, aunque a saber, le contesta
—
Soy todo oídos.
—
Un grupo de intelectuales,
hartos de aguantar tanta mediocridad, deciden adueñarse del mundo e instaurar
una dictadura ilustrada.
Noche se desembaraza de su mochila de
centón, de su largo abrigo de espiguilla, del pañuelo palestino, de las botas
de hebillas y se deja caer como un fardo sobre el sofá. El Profesor, que ha
seguido con interés toda la operación, le pregunta
—
¿De dónde vienes?
—
Del ayuntamiento.
—
Entiendo.
Espontáneamente he soltado una carcajada al leer la penúltima línea.
ResponderEliminar¡¡¡Buenísimo!!!