Noche lleva una camiseta con el grabado de Alicia mirando al otro lado del espejo de John Tenniel. Le está dando cuerda a un enorme reloj de leontina. El Profesor está frente al amplificador de sueños, pero sin mucho éxito. De pronto le da un manotazo a la bruma informe y dice
—
He soñado que paseaba por el
bosque y que veía cómo se abría una puerta en el aire a unos cuantos metros de
mí. Inmediatamente salió alguien de no sé dónde y se coló por ella de un salto.
Entendí que no había mucho tiempo, así que me puse a correr para alcanzar la
puerta antes de que desapareciese.
—
¿Qué había al otro lado?
—
No lo sé, solo luz.
—
Y, aun así, ¿querías saltar
al otro lado?
—
Sí, sin duda alguna. De
hecho, mientras corría, me aterrorizaba la idea de no llegar a tiempo.
—
Lástima que despertases antes
de lograrlo.
—
¿Cómo lo sabes?
—
Porque si lo hubieras
conseguido me estarías contando lo que viste.
—
Jodidos sueños.
—
¿Qué te hubiese gustado
encontrar detrás?
—
Lo maravilloso.
—
Una vez me dijiste que lo
maravilloso no existe.
—
Pues eso.
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