miércoles, 17 de agosto de 2022

Suicidio

El Profesor está sentado en el sillón de orejas, quizá pensando. Noche está dibujando al Barón de Münchausen mientras tira hacia arriba de las crines de su caballo. De pronto, mira al Profesor y le pregunta

— Profesor, ¿en qué piensas?
— En el suicidio.
— Desde un punto de vista teórico, supongo.
— No. Es una opción que veo cada vez más razonable. Y cercana.
— No me puedo creer que en tu vida lo malo pueda a lo bueno.
— No se trata de compensaciones.
— Entonces, ¿de qué se trata?
— De lo malo.
— No entiendo.
— ¿Un dolor infinito se compensa con un placer infinito?
— ¿Hay momentos en los que sientes un dolor infinito?
— Momentos no, instantes. En un instante, todo dolor es infinito.
— Pero hay que contar con el placer que vendrá.
— No si no crees en el tiempo.
— Pero si no crees en el tiempo no tiene sentido plantearte el suicidio ni nada en realidad que no esté sucediendo ahora mismo.
— Mira que eres lista.
— Además, piensa en el eterno retorno de tu Nietzsche: ¿querrías vivir un instante de muerte por toda la eternidad?

El Profesor guarda silencio. Noche se lo respeta. Por fin va el Profesor y dice

    Noche, lo que quiero es que ese instante eterno sea de silencio.

Durante un momento parece que Noche va a hablar, pero no lo hace. En vez de eso se pone a dar color a las crines del caballo del barón de Münchausen.


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