sábado, 3 de septiembre de 2022

Como si

El Profesor tontea con el ordenador. Noche lleva una camiseta con un reloj de arena estampado en el pecho. Chasca los dedos repetidamente como marcando un ritmo. Va y dice

    ¿No crees en el tiempo?
    No.
    Por tanto, no crees ni en la lógica ni en la ética.
    No.
    Sin embargo, juzgas y actúas.
    Sí.
    No lo entiendo.
    Porque vivo en un como si.  
    No lo entiendo.
    No creo en el tiempo, pero la ilusión del tiempo es demasiado fuerte. Podría aceptar este momento como el único existente, sentarme y vivirlo por toda la eternidad, pero lo cierto es que si lo hago me aburro y entonces actúo como si existiese el tiempo. Supongo que la mayoría de los instantes son instantes de huida de instantes de aburrimiento y que vivo precisamente en uno de esos instantes de huida.
    ¿Y que te aburras no te dice nada acerca de la existencia del tiempo?
    No. Eso sería darle crédito a las sensaciones.
    Y eso nunca.
    No.
    ¿Y a la razón sí?
    Tampoco.
   
   
    Mientras pienso lo que opino de tu mente, podrías descorchar un cabernet. ¿O no?
    No se me ocurre otro instante mejor que ese para pensarlo eterno.
    ¿Quizá el del primer sorbo?
    Touché  —reconoce el Profesor mientras se levanta y se dirige al lugar que sea donde esconde el cabernet.


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