jueves, 27 de abril de 2023

Epílogo

Cuando dejó de enumerar mis metamorfosis, el Profesor se desvaneció y nunca recuperó corporeidad alguna, ni como humano ni como lagarto ni siquiera como ectoplasma, aunque cada día la realidad me hace añorarle.

Yo cerré la casa y me largué a París porque pude. Me pasé al mundo digital y desde entonces no he cogido ni un carboncillo ni un pincel. Siempre me digo que lo echo de menos, que me apetece volver a sentir la materia bajo mis dedos, pero nunca lo hago. Sin querer, mis imágenes se parecen cada vez más a las estampas de Hokusai y mis rostros a los rostros de los mangas. 

Con B. sí que sigo teniendo contacto. Aquí, aun sin abandonar el traje, su estar tiene algo de existencialista. Nunca me ha dicho nada, pero sé que nunca ha aprobado lo que hice con el Profesor.

Los juguetes, los disfraces, la cabeza frenológica, el cohete de Tintín, el casco de hoplita, los libros, los cacharritos japoneses, el amplificador de sueños, hasta una pantalla de plasma que descubrí encima del sofá y de la que no era en absoluto consciente, todo lo guardé en un trastero. Cuando vi mis cosas allí amontonadas pensé en el atrezo de una obra de teatro, triste y latente.

No, yo no era el sueño, pero a veces me siento desvanecer.


miércoles, 26 de abril de 2023

Disfraces

El Profesor se ha convertido en un lagarto gigante de color azul. Noche está tumbada encima de él y le da sorbitos a un cóctel también azul, posiblemente un transparente, servido en una copa martini. El Profesor habla y habla y sus palabras se transforman en imágenes que surgen sin solución de continuidad en la pantalla extradiegética: se ve a Noche disfrazada de aviador, de Corto Maltés, de esqueleto, de marine, de nada, de Colombina, de turista playera, de diablesa, de futuro, de colegiala, de payaso augusto, de viento, de rusa, de niña balthusiana, de traje, de Flora botticelliana, de hoplita, de griega, de embarazada, de flamenca, de pintora, de mecánica robótica, de cielo estrellado, de existencialista parisina, de Arlequín…

 

martes, 25 de abril de 2023

La última cena VI

En medio del salón se ve una columna de metro y medio de altura de aspecto jónico aunque hecha de metacrilato. Encima de la columna está la copa del Profesor. Este la observa.

    Profesor, las metáforas son solo eso, metáforas.
    Las reglas del juego están para cumplirlas.
    Nadie ha dicho que haya reglas. Ni juego.

El profesor coge la copa y la vacía de un trago.

    Oká. Listo.
    Gracias, Profesor. Ahora, ¿por qué no me cuentas una de tus historias mientras despierto?
    Eso está hecho.

lunes, 24 de abril de 2023

La última cena V

El velador ha desaparecido. Noche y el Profesor están sentados en sendas sillas, uno enfrente del otro. Como si lo hubieran acordado, vacían a la vez su copa.

    Noche, ¿cuánto tiempo nos queda?
    En realidad el tiempo ya se ha acabado.
    Se me ocurre que podríamos hacer como en Las mil y una noches: podría yo contarte una historia, un relato, una sorpresa, y que cada relato fuese mi salvoconducto para un día más, hasta la noche siguiente.
    Eso es lo que llevamos haciendo tres años.

El Profesor sonríe con tristeza.

    ¿Has pensado que tú fueses también un sueño?
    Eso es más propio de B. y de ti.
    También de ti.
    Ahora ya no.
    No acabo de entender qué ha cambiado. ¿Has encontrado otro mundo? Yo podría adaptarme, necesito poco, cualquier rincón, en realidad nada: podría volverme invisible y ser ectoplasma para ti cuando quisieras. Podría…
    Profesor, empiezas a resultar patético.
    Qué dura te has vuelto. Va, concédeme algo más de tiempo —pide el Profesor con una sonrisa.

Noche sonríe a su vez, mueve la nariz a derecha e izquierda como si tuviera vida propia y las copas se llenan de nuevo.

    Gracias —agradece el Profesor.


domingo, 23 de abril de 2023

La última cena IV

Noche cierra los ojos y pone cara de concentración. El Profesor coge la copa con el cuidado que pondría al levantar un recipiente de material radioactivo, se la acerca a los labios lentamente, como si temiera que el vino estuviera envenenado, decanta algo de líquido en su boca y dice con satisfacción 

    Ah, esto es otra cosa.
    Qué borrachuzo me has salido
    ¿No es eso un estereotipo? Lo de borrachuzo digo.
    Es posible: intelectual, algo amargado, pelín alcohólico…
    Así dicho no sueno muy atractivo.
    Es verdad, pero piensa la alternativa: ¿idiota, feliz, abstemio?
    Tiene que haber gente que haya dado con la clave para ser inteligente y feliz.
    No crees eso.
    Es verdad, no lo creo —confiesa el Profesor.

sábado, 22 de abril de 2023

La última cena III

El Profesor coge un trozo de atún rojo y se lo lleva a la boca. Lo paladea, deja que se deshaga en la boca, toma un sorbo de vino y dice

    Nada me sabe a nada.
    Te estás desvaneciendo.
    Ya…
   
    Noche, esta habitación, ¿es real?
    Aproximadamente. Si acaso, un poco más grande que la de verdad.
    ¿Y los libros?
    ¿Qué pasa con los libros?
    Pues que realmente parece la biblioteca de alguien mayor.
    Parte es heredada.
    ¿De tus padres?
    De un tío. Era profesor.
    Por eso yo soy el…
    En parte.
   
   
    No podrías esforzarte un poco, solo un poco…
    ¿Para qué?
    Para que el vino me sepa a algo.
    Venga.

viernes, 21 de abril de 2023

La última cena II

El Profesor agarra la copa de vino como si se tratara de un salvavidas.

    Noche, ¿cuánto tiempo llevamos cenando?
    Semanas.
    Eso me parecía. Pero apenas hablamos, ¿no?
    Señal de que ya nos lo hemos dicho todo.
    Pero eso no puede ser. Hay tantas cosas de las que hablar, tantas películas, tantos libros…
    Sí, pero sorpresas no hay tantas. Entre tú y yo siempre ha habido una sorpresa.
    Todo esto me resulta conocido. Tengo un recuerdo, el de una mujer que me dejó. Me dio muchas razones, pero yo siempre he creído, o creo haber creído, que la razón, la única razón, es que se me acabaron las historias.
    Es real, es algo que me contó alguien a quien conocí.
    Se me han acabado entonces las sorpresas.
    Ha sido maravilloso.
    Pero se me han acabado las sorpresas.
    Sí.


martes, 17 de enero de 2023

La última cena I

En el centro del salón está el velador con dos velitas, el sashimi, la cubitera con una botella de vino blanco, los cuenquitos con la salsa… Noche y el Profesor están sentados uno enfrente del otro. El Profesor juega con los palillos, pero no come. Dice

    Nunca lo hubiese pensado. ¿Yo soy tu sueño?
    Sí.
    No lo entiendo. ¿Tu sueño es un tipo mayor y amargado?
    Jóvenes optimistas y fornidos tengo los que quiera. Necesitaba otra cosa.
    ¿Y lo del sexo?
    Supongo que un poco de complejo de Electra siempre queda.
    ¡Dios! ¿He hecho de padre? 
    Nunca... salvo, quizá, en la cosa del sexo…
    Pues ahora podríamos…
    Ahora es tarde, Profesor.
    Ya.


martes, 10 de enero de 2023

Fantasma

B. lee la nota que ha dejado el Profesor. Dice:

    Pobre. Siempre creyó que tú eras el sueño.
    Sí.
    ¿Y ahora? ¿Qué va a ser de él?
    Nunca fue feliz con todas esas contradicciones suyas. Se merece algo de silencio.

B. hace un gesto circula con la mano y pregunta

    ¿Vas a seguir viviendo aquí?
    Sí.
    Se convertirá en un fantasma.
    Un recuerdo.
    Un aliento en tu nuca.
    Un refugio.
    Una piedra en el zapato.
    Un estímulo.
    Un lastre.
    Un ancla.
    Una voz en el oído.
    Una voz que solo yo escucho.
    Cojonera.
    Sabia.
    Amargada.
    Sarcástica.
    Un freno.
    Aire para las alas.


martes, 3 de enero de 2023

Despedida II

El Profesor, de pie, mira a Noche hecha un ovillo en el sofá. Por la luz parece que está amaneciendo. Luego se va hasta la mesa de dibujo, coge un folio y escribe. En la pantalla extradiegética va apareciendo, trazo a trazo, lo siguiente:

“Estoy viéndote dormir, con ese dormir tuyo tan sereno, tan sin deudas. Me gustaría despertarte y abrazarte y contarte una nueva historia de griegos, de matemáticas, de palabras, o pedirte que me hablases de tu último descubrimiento, de tu último proyecto. 

“Me gustaría prepararte el desayuno y quizá invitar a B. para que nos hablase de sus viajes transfinitos. O puede que te propusiese desempolvar del trastero el amplificador de sueños y darle una nueva oportunidad. Pero no puedo.

“En realidad, no debo. Si estuvieses despierta aquí conmigo te reirías de mis deberes. A mí también me gustaría reírme de ellos, pero es tarea imposible. Tengo la sensación de que el último fracaso anunciado me ha quebrado definitivamente.

“Te he querido mucho niña”.

El Profesor dobla el folio en dos y luego otra vez en dos, lo mete en un sobre y sobre él escribe “Noche”. Lo deja encima de la mesa baja y se va.


viernes, 30 de diciembre de 2022

Perlocutivo

Noche está leyendo unos folios. Termina, los deja sobre la mesa y pregunta

    ¿Realmente piensas lo que pone aquí?
    Quería escribir lo que pienso, pero no sé si pienso lo que tú has entendido.

 

martes, 13 de diciembre de 2022

Esquemas

Está el Profesor leyendo Le Bouquin de la Bande Dessinée. Cierra de pronto el libro y dice

    Mira lo que pone aquí: Tintín, Hadock, Milú, Tornasol.
    Vale.
    Escucha esta otra: Astérix, Obélix, Idéfix, Panorámix.
    Vaaale.
    Esto ya es mío: Don Quijote, Sancho, Rocinante, Urganda la desconocida.
    No sé si maravillarme o lamentarme. Esta obsesión tuya por los esquemas a veces me agobia.
    No entiendo por qué. Los esquemas son muletas conceptuales: nos ayudan a comprender y, a la vez, nos proporcionan un vehículo de liberación.
    ¿Un esquema nos puede liberar?
    Sí, porque nos dice qué tenemos que buscar para impugnar el modelo.
    Popper.
    Mira que sabes. 
    A ver, vamos a aplicar tu esquema a Star Trek.
    Esa es buena.
    Kirk, Spock, ¿el Enterprise?… y ¿Spock otra vez? No, rectifico: Kirk, Bones, el Enterprise y Spock.
    ¿Ves la potencia del esquema? Hasta cuando parece no funcionar, funciona.
    Venga, ahora aquí, entre nosotros.
    Tú, yo…
    Será al revés.
    En absoluto, Noche: tú eres el personaje principal, yo el segundón, el personaje sabio sería B., claro, pero no doy con el personaje no humano. Quizá el gato del vecino.
    Pero ese hace siglos que no aparece por aquí. Oye, ¡podríamos tener un gatito!
    Ni lo sueñes.
    Si soy el personaje principal exijo tener un gatito.
    Ni se te ocurra.
    ¡Quiero un gatito!...     

domingo, 27 de noviembre de 2022

Contradicciones

El Profesor está sentado en el sofá con los pies puestos encima de la mesa. Está viendo Star Trek The Motion Picture… otra vez. Noche está tumbada en el sofá con la cabeza apoyada en las piernas del Profesor. Está leyendo El tesoro de Rackham el Rojo. Dice

    Profesor, acabo de entender por qué nos gusta Tintín.
    A nadie le gusta Tintín.
    No me refiero al personaje, me refiero a las historias. Las historias de Tintín nos gustan porque son un canto a dos ideales entrelazados.
    Que son…
    La libertad y la amistad.
    ¿No son dos conceptos ligeramente contradictorios?
    Precisamente: por eso nos fascina su conjunción. 

jueves, 24 de noviembre de 2022

Simetría

Noche, en mallas y con la pose del hombre vitrubiano, se mira en el espejo psiqué.  

    Profesor, por fuera somos simétricos.
    Unos más que otros pero sí.
    Pero por dentro no los somos.
    No.
    ¿Por qué?
    Al marketing no le importan las interioridades.


lunes, 21 de noviembre de 2022

Galaxias espirales

Noche observa la fotografía de una galaxia espiral. El Profesor mira también y pregunta

    ¿Qué ves?
    Un incendio que gira.


martes, 15 de noviembre de 2022

La libertad de los héroes

Noche juega con el cohete de Tintín: lo lleva con la mano por el aire haciendo eses como si volase. Entonces va y habla 

    Hergé decía que para que un personaje sea libre no debe tener padres de los que preocuparse. Por eso Tintín es huérfano.
    Qué bueno.
    Sí.
    Aunque yo diría que para ser libre hay algo más importante que eso.
    ¿No tener hijos, pareja?
    Bueno sí, podríamos prescindir de la familia al completo para mayor comodidad, pero hay algo más…
    ¿Y es?
    No tener que trabajar.
    Ahí le has dado.


jueves, 10 de noviembre de 2022

Dos veces

El Profesor teclea en el ordenador. Noche camina en círculos por el salón como un león enjaulado. De pronto se para y pregunta 

    Profesor, ¿qué haces?
    Escribo.
    ¿Qué escribes?
    Escribo sobre la película que vimos ayer.

Noche guarda silencio durante un rato. Luego pregunta

    ¿Por qué lo haces?
    Ya sabes que escribo sobre todo, sobre lo que leo, lo que veo, lo que pienso…
    Ya, pero… ¿por qué lo haces?
    Así vivo las cosas dos veces: cuando las experimento y cuando me las cuento.
    Así vives la mitad de cosas.
    Pero con el doble de intensidad.
    Hum… Déjame pensar eso…


lunes, 7 de noviembre de 2022

Gilipollas

Noche lee Fábula de Venecia. En la pantalla extradiegética se ve a Corto hablándoles a los gatos de los campillos de Venecia.

    Profesor, tras mucho meditar, he llegado a la conclusión de que cualquier ser humano, visto lo suficientemente de cerca, es gilipollas.
    ¿Y eso?
    Porque es imposible que nadie supere la prueba que hemos diseñado para los héroes.
   
    ¿No estás de acuerdo?
    Al contrario: después de auto examinarme no puedo estar más de acuerdo.


sábado, 5 de noviembre de 2022

El día que la bestia miró por la ventana

Noche está leyendo El infierno de Tomino, del mangaka Suehiro Maruo. En la pantalla extradiegética se ve el dibujo de una niña con cuatro brazos y cuatro piernas tocando el tambor. 

    Profesor, un recuerdo perturbador.
    Estoy paseando por un sendero entre encinas. Me cruzo con una mujer que pasea con su perro. Siento entonces una excitación como no recuerdo haber experimentado. Cuando la mujer está lo suficientemente lejos, me masturbo detrás de un árbol. No es que la mujer fuera particularmente excitante. De hecho, ni me fijé. Fue la situación, la soledad, quizá que estaba relajado, desprevenido, con los controles inhibitorios desactivados. Sea como fuere, creo que ese día sentí a la bestia como nunca la había sentido. Ese día la bestia miró por la ventana.
    ¿Volviste a ver a la mujer?
    Sí, y esa vez sí me fijé en ella: era una mujer menuda, de mediana edad y andares resueltos que al saludarme me regaló una bonita sonrisa.
    ¿Qué pasó después?
    Seguí mi camino, aliviado.


jueves, 3 de noviembre de 2022

Alma

Noche está hojeando un grueso volumen encuadernado en pasta española. 

    Profesor, te leo y me dices a qué te suena: “Alma: principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida”.
    Es la teoría aristotélica de las tres almas: vegetativa, sensitiva y racional.
    Exacto. Pues es del diccionario de la RAE.
    Bueno, al menos nos permite tener alma a todos, porque ese “principio” puede ser cualquier cosa.
    ¿No te sorprende que un diccionario manifieste una opción filosófica al definir un concepto?
    A mí ya no me sorprende nada.
    Pues a mí sí.
    Joven eres.


jueves, 27 de octubre de 2022

Gag

En la pantalla extradiegética se ve una sucesión de caídas de cine mudo. Noche, que mira muy seria la televisión, pregunta

— ¿Por qué nos reímos cuando alguien se cae?
— Porque no hemos sido nosotros.


viernes, 21 de octubre de 2022

Fugaces

Noche y el Profesor están apoyados, codo con codo, en el alfeizar invisible de la ventana invisible de la cuarta pared. Miran hacia arriba. Noche dice

— Da igual las que veas, cada una es una sorpresa.
— El cielo se anima de pronto…
— Y abandona su silencio.
— Se vuelve un poco loco.
— Y un poco rácano.
— Es verdad: duran tan poco…
— En realidad lo justo para que sepamos de ellas.
— ¡Mira ahí!
— Wow! Esa ha sido potente.

Noche y el Profesor guardan silencio. Un simultáneo gesto de sorpresa anuncia que han visto otra. Noche, sonriente, dice

    Da igual las que veas, cada una es una sorpresa.
    Sí.

 

lunes, 17 de octubre de 2022

Imágenes

Noche se pasea en bragas y camiseta por el salón. El Profesor, que intenta leer en el sillón de orejas, dice

  ¿No tienes frío?

Noche, que parece no haber escuchado, dice

— Profesor, se me han ocurrido algunas imágenes, a ver qué te parecen.
  Dale.
  “Las olas son los caballos de Poseidón” —declama Noche.
  Mito griego —señala el Profesor.
  “Estamos hechos de la materia que los sueños”.
  Shakespeare.
  “El hombre es una caña pensante”.
  Pascal.
  “El océano es como un hematoma en el cuerpo de la tierra”.
  Eh… sí, espera…espera…lo tengo… ¡Lautremont!
  ¡Oye, ya vale! —exclama Noche— ¿Qué culpa tengo yo de haber nacido tan tarde?


jueves, 13 de octubre de 2022

Retro

Noche viste corsé granate, falda negra de satén y encaje, chistera, gafas de aviador y se apoya en un bastón. Con mucho teatro levanta el brazo derecho, baja la mano y dirige el dedo índice al Profesor antes de preguntar

— ¿Qué echas de menos del pasado?
— Su futuro.


martes, 11 de octubre de 2022

Premios y castigos

Noche lleva una camiseta con el cuadro La piedra de la locura estampado en el pecho.

Dice

    Mucha gente cree que la vida es un juego de premios y castigos.
    Cierto.
    A veces pienso que no les da la cabeza para entender que el universo no es justo.
    Es posible.
    Otras, que lo de los premios y los castigos les viene bien porque les organiza la vida.
    Bien visto.
    Pero, ¿y si fuera que están enfermos? ¿Y si su absurda interpretación de la realidad fuese consecuencia de una enfermedad mental?
    Wow! Deberías de leer a Foucault y…
    Lo he leído, pero no viene al caso. Si estuvieran enfermos, la sanidad pública tendría que curarlos, ¿no?

El Profesor se levanta, desaparece y vuelve con dos copas y una botella de vino. Se sienta al lado de Noche y dice

    Noche, define enfermedad.
    Qué mayor estás.


viernes, 7 de octubre de 2022

Hombre de acción

Noche se mira en el espejo psiqué: va disfrazada de Corto Maltés, con su chaleco naranja y su casaca azul, con su gorra de capitán marinero, su aro en la oreja izquierda, su cigarrillo y hasta las largas patillas. Parece que se va cuando se para, se gira, mira al Profesor, que toma notas en el ordenador, y dice  

    No eres un hombre de acción.
    Pues no.
    No hace falta que lo digas. Lo que quería era preguntar por qué.
    Supongo que hay que ser un poco simple para serlo.
    ¿Esa es tu excusa?
    No es una excusa, es lo primero que se me ha ocurrido. La verdad es que no soy un hombre de acción porque nada en mi constitución, en mi crianza ni en mi experiencia me ha llevado a ser un hombre de acción.
    Mi pregunta es más teórica que personal. ¿Por qué alguien es persona de acción?
    Dímelo tú: tú eres una mujer de acción.
    Qué va. Vale que soy inquieta, me gusta moverme, pero nunca he cogido el petate, me he subido a un carguero y me he largado a los mares del Sur.

El Profesor se levanta, se va hasta la venta de la cuarta pared, nos mira con gesto profundo y dice

    Para ser una persona de acción hay que ser optimista, muy optimista. Podría pensarse que son gente que aprecia en poco su vida, pero no es así, porque el que no aprecia su vida no aprecia nada y se deja llevar o se cuelga de una cuerda. La persona de acción cree en la vida, cree que las sorpresas pueden ser positivas, que las consecuencias de las propias acciones pueden ser maravillosas. La persona de acción cree en la concatenación de causas y efectos y está convencida de poder labrarse su propio futuro. La persona de acción vive su vida como si fuera un relato. La persona de acción, como el héroe, es alguien sin imaginación para calcular las mil formas en las que todo puede salir mal. 
    ¿Esa es tu excusa?
    Sí, esta sí.
    Total, que no te vienes ­—dice Noche mientras se va por el pasillo.
    Disfruta —dice bajito el Profesor, sin esperanza de ser oído.